Corría el año 2003 cuando en medio de una gran cantidad de sistemas retro disponibles puse mi atención en el MSX, un ordenador de 8 bits que a pesar de tener menos éxito en España que sus contemporáneos Commodore C64, Spectrum y Amstrad CPC 464, tenía una serie de virtudes que lo hacían mucho más atractivo.
Atendiendo a las virtudes técnicas de la máquina no hace falta decir que técnicamente el Spectrum quedaba muy por debajo. Aunque el «corazón» de los dos ordenadores era el mismo, un Zilog Z80A funcionando a la nada despreciable cifra de 3,58Mhz, el culpable de que los juegos de MSX lucieran mucho mejor era su chip gráfico, un TMS-9918A. Este chip era capaz de mostrar en pantalla hasta 16 colores, el doble que un Spectrum, y aunque el C64 y el CPC 464 también podían mostrar 16 colores, estos lo hacían a menor resolución que el MSX.
Otra de las virtudes del MSX es su parecido con la consola Sega Master System. Los dos sistemas compartían partes como el microprocesador y los mandos son fácilmente adaptables entre las dos plataformas puesto que su única diferencia está en la conexión de uno de los pines del puerto de mandos.
En cuanto a los juegos, si bien es cierto que los otros ordenadores habían tenido más juegos, eso ahora no importaba. Lo importante poder crear mis propios juegos de forma sencilla y rápida.
En una de mis múltiples búsquedas en la red en aquellos años, di con un gurú del MSX, Eduardo Robsy. Él junto con Jon Cortázar formaban parte de una compañía llamada Karoshi Corp. que en 2003 desarrollaba juegos para MSX(WTF!!). Era bastante raro y curioso a la vez como desarrollaban juegos para un ordenador extinto hacía más de 10 años. Además habían desarrollado un compilador cruzado, con lo que si ya de por sí estaba convencido de que un MSX iba a ser mi próxima adquisición, esta característica iba a dar el espaldarazo final a mi decisión de comprarme uno de estos ordenadores.
Todavía tardaría un año más en tener mi primer MSX. Fue un Sony Hit Bit 75. Contaba con 16 Kb de RAM y tenía además un software llamado DATABANK que al parecer era para hacer transacciones bancarias, y que más tarde Robsy me diría que era más un problema que un acierto debido a que ocupa ciertas posiciones de RAM. Otra característica que lo hacia diferente a los demás MSX era que contaba con salida RGB, por lo que en televisores CRT se vería de la mejor forma posible. Además venía con tres libros, dos de Basic y uno de ensamblador. Esto parecía que se iba animando, pero todavía me faltaba algo de ayuda externa, así que le envié un mail a Eduardo.
Su respuesta me sorprendió gratamente. No sólo él mismo se mostraba encantado con ayudarme en todo lo posible sino que también me habló de su compañero Jon Cortázar y del grupo Lehenak. ¿Lehenak? Para mi sorpresa uno de los componentes de Lehenak se trataba de Iban, un chico que tuvo una tienda de informática en Sestao en los años 90 que fue donde mis padres me compraron mi primer pentium a 133 Mhz con alguna característa un poco especial. Si alguno quiere saber más acerca de ese PC, que no se preocupe porque un día le quiero dedicar otro apartado en el blog. Vereís cosas tan increíbles como una Xbox 360 conectada a dicho Pentium en un monitor CRT a través de una tarjeta de TV de la época con bus ISA 🙂
Me puse en contacto con Jon, y de nuevo obtuve el mismo tipo de respuesta que de Robsy. Es una persona que se implica a tope y que si surge alguna duda, ahí está él para tratar de ayudar. Con una mudanza programada para los meses siguientes, lo que hice fue empaparme de como funcionaba el ensamblador de MSX y poco más.
Tras la mudanza, los meses habían pasado. Había estado 4 meses sin internet en casa (maldita telefónica!!) con lo que acabé dejando un poco de lado mi interés por el MSX. Como vi que no iba a seguir con ello, vendí el ordenador pero me quedé con los libros. Eran muy buen material y siempre se agradece tener libros además de los PDF que anden rulando por la red.
Y así llegamos hasta el presente. En julio de 2.009 se celebró la Euskal Encounter en el BEC de Barakaldo, y no sé muy bien porqué, pero entré en el foro de Karoshi viendo que Jon Cortázar iba a dar una charla sobre «La corona encantada«, el último juego de Karoshi antes la separación y conversión por parte de Cortázar a R3L3V0 Videogames. Esta charla me devolvió el interés por el MSX. Conocí a Jon en persona y además me firmó un ejemplar de «La corona encantada». Además pude volver a saludar a Iban, que la última vez que lo vi fue ya hace unos años.
Y esta vez, el intento de juego no se va a quedar ahí. No voy a hacer que se quede ahí. Además esta vez no estoy sólo, tengo a Leia como apoyo y como programadora. Estamos los dos más peces que peces en esto pero entre los dos y con la ayuda y apoyo de la comunidad MSXera esperamos que salga algo.
An Undefined Software Company 😉
Que la suerte nos acompañe!
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